El colectivo que os traemos esta semana es Femme Sororitat, una agrupación valenciana que se define a través de su manifiesto que os copiamos a continuación:

«Frente a la enorme violencia que las mujeres hemos, estamos y estaremos sufriendo hemos decidido trabajar para unirnos. La realidad que vivimos por parte de la ofensiva capitalista y la opresión heteropatriarcal nos obliga a crear colectivos feministas de concienciación, para romper con toda opresión y violenciahacianosotras. Ni en el Estado Español ni en ningún otro lugar se ha ganado la igualdad. Es por ello que un grupo de compañeras creamos el colectivo feminista FEMME SORORITAT.

Tenemos como objetivo concienciar a través de la acción directa y la formación colectiva y autónoma a todas aquellas que se sienten mujeres. Nuestra asamblea será no mixta, donde la máxima fuerza comunicativa sea la sororidad y cooperación entre nosotras, para poder erradicar todos esos ataques que las estructuras patriarcales han delimitado a nuestro cuerpo y sociedad. Por tanto, no creemos en una lucha donde no quepamos todas, sin fronteras ni banderas. Para nosotras, la sororidad es internacionalista, es romper con la criminalización entre mujeres, fomentando la empatía y el apoyo mutuo para acabar con el monstruo del capital y patriarcado que nos ahoga. Creemos pues en la sororidad como arma, todas de la mano.

Un eje clave en nuestro colectivo es la economía feminista. El capitalismo es un sistema económico que pone en el centro la acumulación de capital y la vida se ataca constantemente. Entendemos que esta acumulación va en contra de los derechos más básicos, como el derecho a una vida digna y que valga la pena ser vivida. Capital y patriarcado siempre han formado una alianza criminal contra las mujeres, haciéndonos trabajar productiva y reproductivamente, es decir, en el mercado laboral y en los hogares. El trabajo reproductivo siempre ha estado feminizado, privatizado e invisibilizado, por tanto trabajaremos para hacerlo visible, y hacer entender que a pesar de no estar remunerado, es también un trabajo que explota a las mujeres, haciéndonos esclavas del hogar y de las curas, asumiendo roles que la sociedad nos ha impuesto y además obligándonos a trabajar en el mercado laboral para poder tener un sueldo, precario, para poder vivir.

Hay que acabar, entre todas, con cualquier indicio de ataque extremo hacia las mujeres. La violencia machista está implícita en cada esquina. Abrir los ojos es imprescindible para poder atacar todos esos sesgos que nos cuestionan y desvalorizan diariamente. Así que consideramos fundamental visibilizar cualquier tipo de explotación a la que nos someten tanto a la mujer como a la tierra; dos como un mismo componente, sin permitir que nos desvinculen y mostrando como nos intentan destruir cada vez que nos liberamos, reivindicamos o quejamos. La ocupación del cuerpo como territorio de conquista requiere una respuesta colectiva frente a los genocidios mundiales diarios, por ello creemos importante descolonizar junto con nuestras compañeras, y con ellas crear nexos, estrategias y nutrirnos de todas nosotras. Apostaremos por un feminismo comunitario porque nosotras nunca olvidaremos de donde venimos.

No obstante, conocedoras de la envergadura de nuestro enemigo no nos sentimos ni nos sentiremos impotentes o cansadas; al contrario, transformaremos la rabia y el fuego con el que quemaron a nuestras abuelas en fuerza para ganar.

Todas juntas hermanas, FEMME SORORITAT!»

Para poneros en contacto con ellas lo podéis hacer a través del correo electrónico: femmesororitat@gmail.com y también a través de su Facebook.