Para el culturiplan de esta semana os queríamos proponer el GetxoPhoto 2016, que este año cumple 10 años y que se desarrolla desde el 1 de Septiembre hasta el 2 de Octubre en Getxo. Contará con veinte exposiciones, siendo la mayor parte de ellas intervenciones en el exterior, ya que este festival de fotografía se caracteriza por la defensa radical del espacio público como lugar de encuentro, disfrute y reflexión.
Todas las obras que conforman la programación artística de esta edición hacen alusión al paso del tiempo desde diferentes puntos de vista y abordando temáticas diversas.
Queremos destacar de este festival la selección de fotógrafas que participan con unas propuestas que no dejarán a nadie indiferente. Os dejamos aquí la descripción que de ellas se hace en la web de GetxoPhoto 2016:
«Orain 100 urte«: Eulalia Abaitua es considerada por los historiadores como la primera fotógrafa vasca, vivió un tiempo convulso, un período de entreguerras, la industrialización de Bilbao y el debilitamiento de la sociedad rural; un tiempo de grandes cambios, de los que ella fue testigo privilegiada. Desde su óptica de mujer perteneciente a la burguesía tradicional bilbaína, demostró un gran interés por su pueblo y por su entorno, tanto el urbano como el rural. El retrato es su género predilecto, el elemento humano es central, siempre en su medio natural y fotografiado sin artificios, libremente, con encuadres a veces desconcertantes.
«Dare alla Luce»: Así como las fotografías son objetos frágiles en sí mismos, su contenido también lo suele ser. El trabajo de Amy Friend pone de relieve precisamente estas dos cualidades: la fragilidad del objeto fotográfico y de la vida. Friend reutiliza, revisita, retroilumina –practicando orificios sobre las imágenes–, refotografía y, por lo tanto, resignifica antiguos retratos que llegaron a ella por medio de diversas fuentes.
«Mold is Beautiful»: Luce Lebart es historiadora, comisaria y autora, es también directora de las colecciones de la Sociedad Francesa de Fotografía. Su obra alude a la fotografía, a la experimentación y a la estética de las pruebas y las alteraciones. Trabaja rescatando colecciones olvidadas. Muchas de estas imágenes que recoge en la exposición se dañaron en una antigua inundación y fueron privadas de la luz durante muchos años, se transformaron en maravillas del olvido.
«Wrapped Coldness»: Muchos de los glaciares del centro de Suiza son cuidadosamente cubiertos por lonas gigantes para, de alguna manera, intentar reducir la masa de hielo que se derrite cada verano. La gran belleza de las imágenes tomadas por Anna Katharina Scheidegger, con delicados encuadres, equilibradas composiciones y un elegante estilo documental, contrastan abruptamente con la tragedia futura que éstas contienen.
«Imagine Finding Me»: Con este trabajo cargado de nostalgia, Chino Otsuka explora la relación entre memoria, identidad, tiempo y fotografía insertándose en viejos retratos de su propia infancia. Para ello utiliza con gran destreza procesos digitales –que parecen convertirse en una máquina del tiempo– y gracias a ellos puede, por una parte, viajar a su lugar de origen y ser una especie de turista de su historia y, por otra, revisar su pasado, su infancia. Genera de esta manera unos admirables dobles retratos de gran realismo y absolutamente creíbles que destilan, al mismo tiempo, un aire extraño e inquietante, algo fantasmagórico. Parece, además, que Otsuka quisiera acompañar, ayudar, decirle aquí estoy a la niña que era en aquel momento.
«Through the Lens of Desire»: Kris Sanford cuenta que después de indagar en su pasado familiar no encontró parejas que reflejaran sus propias relaciones íntimas. Recurrió a fotografías vernáculas de las décadas de 1920 y 1950 para imaginar y proyectar sus propios deseos en aquellos momentos del pasado remoto. A través de una delicada selección de imágenes estratégicamente escogidas y que muestran sutiles momentos de intimidad, Sanford nos ofrece una sugerente relectura contempóranea de las mismas. Crea íntimas historias queer que, como el mismo deseo, destilan todas ellas un aire lúdico y divertido, y al mismo tiempo nos da a entender que no debemos fiarnos demasiado de las fotografías ya que éstas pueden ofrecer innumerables lecturas.
«Back to the Future»: De la idea aparentemente sencilla que sostiene este proyecto, reproducir la misma escena pero con varias décadas entre fotografía y fotografía, ha llevado a Irina Werning a reproducirla en numerosos países. De ella se desprenden interesantes conceptos como la autoría compartida –la primera imagen de cada díptico no es obra de ella–, el trabajo colaborativo –con la implicación directa de los protagonistas– o una reflexión profunda sobre lo analógico/digital.
«The Oldest Living Things in the World»: Ahora que vivimos sumidos en una cultura de lo rápido que alaba lo nuevo y, por tanto, lo efímero, el trabajo de Rachel Sussman nos proporciona el placer de contemplar lo casi eterno. Líquenes, hongos, bacterias, arbustos… más de 30 especies documentadas en este trabajo multidisciplinar que invita a reflexionar profundamente sobre la naturaleza del tiempo y a situar al ser humano en esta perspectiva, en esta cadena temporal.
No hay excusas para no visitar al menos alguna de esta amplia selección de exposiciones.